
Un grupo de estudiantes de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue fue premiado por su investigación en medicina respiratoria, dedicada a estudiar el impacto de las cenizas volcánicas en el sistema respiratorio. El trabajo buscó responder a las demandas de la población regional expuesta a las cenizas en suspensión, y a cubrir la falta de bibliografía específica en la materia.
En entrevista a radio Universidad-Calf (FM 103.7), la Secretaria de Investigación y Vinculación Tecnológica de la facultad de Ciencias Médicas, Cecilia Cremer, explicó que el reconocimiento -Primer Premio al Mejor trabajo en Investigación Básica- se obtuvo con el trabajo titulado “Efecto de la ceniza volcánica a nivel pulmonar, modelo experimental en ratones”. El equipo estuvo coordinado por Cremer y el entonces estudiante, hoy médico, Ignacio Zabert, tercera generación de profesionales de la especialidad en Neuquén. Su abuelo, Enrique, y su padre, Gustavo, son reconocidos neumonólogos en la región.
El volcán Puyehue-cordón Caulle entró en actividad en 2011, con emanación de cenizas sobre la zona cordillerana del sur de las provincias de Neuquén y Río Negro, la ciudad de Bariloche en particular. Las cenizas en suspensión mantuvieron su presencia varios meses después, y las consultas de la población a los centros asistenciales se multiplicaron todo el período.
“El evento en Bariloche afectó a la ciudadanía y muchas personas consultaron sobre manuales para saber cómo actuar”, dijo Cremer al relatar que los estudiantes vinculados al área de Fisiología Humana, del departamento Biomédico, “decidieron diseñar un modelo en ratones, para evaluar esta incidencia a nivel respiratorio; por eso es investigación básica, ya que se trataba tanto de una afectación aguda como crónica”. El modelo fue realizado el año pasado y presentado este año ante el 42º Congreso Argentino de Medicina Respiratoria, organizado por la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria en Mar del Plata en octubre pasado.
“Hicieron todo el diseño, hasta el habitáculo donde se realizó el experimento, y de todo lo que era exposición crónica a las cenizas; se obtuvieron algunas conclusiones bastante interesantes porque hablamos de un modelo de ratón donde se evaluaron índices relacionados con la histopatología a nivel bronquial y bronco alveolar y se evidenciaron algunas infiltraciones de células que señalarían que existe inflamación por la exposición crónica a cenizas”, dijo Cremer.
“Y eso abrió –agregó- toda una línea de investigación por lo que hemos presentado un proyecto a la universidad para que nos evalúe y si es posible subsidie la progresión de este trabajo, porque se abrió, más allá de lo básico, un modelo en ratones asmáticos y se están realizando estudios epidemiológicos en Bariloche, en los niños, para ver si hay más incidencia de asma y cuál es la percepción de la población respecto a la salud por efecto de las cenizas. Así que hemos ido incorporando otras líneas de trabajo dentro de la misma temática”.
El experimento consistió en exponer a ratones, durante varios días, varios minutos al día, a una suspensión de cenizas tamizadas, lo que permitió poner en evidencia una inflamación de las vías respiratorias. Para constatarlo, “se usaron marcadores bioquímicos de inflamación, que son unas proteínas que pueden ser modificadas ante agentes que producen inflamación, y a su vez, se tomaron muestran de todo lo que es parénquima pulmonar, tanto de bronquios como de alvéolos y se hicieron estudios histopatológicos, entonces ahí se ve cuáles células con las que se van a infiltrar van a
estar presentes que, comparadas con ratones que no estuvieron expuestos, aparecen. Eso sería como un índice de que hay un proceso inflamatorio en las vías respiratorias”, explicó la investigadora.
El estudio premiado partió de verificar una carencia: “que en la zona no había investigaciones específicas, si bien es una zona donde tenemos tres volcanes, como el Copahue que constantemente está en alerta, y no había bibliografía específica de los volcanes de la zona”, aunque sí se contaba con “algunas referencias bibliográficas de grandes eventos en otras zonas”. Otro aspecto que buscó satisfacer el trabajo fue que “existía la consulta médica en la zona de Bariloche, sobre si la ceniza más fina, que está volando constantemente, afecta las vías respiratorias o no”.
La conclusión obtenida a partir de este modelo experimental es la siguiente, en palabras de Cecilia Cremer: “En ratones expuestos a esta ceniza tamizada encontramos que modifica la estructura histopatológica (tejidos) y la presencia en los lavados broncoalveolares de células inflamatorias”.
La secretaría de Investigación y Vinculación Tecnológica de la facultad de Ciencias Médicas de la UNCo busca “desarrollar algunas áreas que ya están y crecer en el sentido de incorporar mas líneas de investigación”. Los temas que viene abordando esa unidad académica refieren a las áreas de parasitología, de plantas medicinales y de plaguicidas y está incorporando otras temáticas, sobre todo relacionadas al cuerpo y la salud, como algunas referidas a la percepción de la población respecto de los dispositivos intrauterinos. En opinión de la secretaria Cremer, “muchas de ellas son básicas y hace falta crecer hacia el lado de la investigación clínica, de servicios de salud, y tender redes con otras universidades para poder generar mayor desarrollo”.
(*) Entrevista: Mónica Reynoso, para Ciencia y Técnica de la UNCo